Salmo 52:8
Pero yo soy como un olivo verde que florece en la casa de Dios; confío en el amor de Dios eternamente y para siempre.
La verdadera seguridad no viene de las riquezas
El salmo nos recuerda que el poder, el dinero y la astucia humana son frágiles. Quien se apoya en ellos tarde o temprano caerá. Solo Dios permanece firme y fiel.
El corazón orgulloso se marchita, el humilde florece
David contrasta al malvado que confía en sí mismo con aquel que depende del Señor. La humildad no debilita, sino que abre la puerta a la gracia y al crecimiento espiritual.
Dios derriba la mentira y sostiene la verdad
El que engaña o destruye con palabras verá su fin, porque Dios defiende la justicia. La lengua que hiere será silenciada, pero la palabra que edifica será eterna.
El que confía en Dios florece como un olivo verde
El olivo simboliza vida, resistencia y fruto. Así es quien pone su esperanza en el Señor: da fruto aun en medio de las pruebas, porque sus raíces están en la presencia de Dios.
La gratitud mantiene viva nuestra fe
David termina su reflexión dando gracias al Altísimo. Aun en medio del peligro, su confianza no se apaga. Agradecer a Dios incluso en la dificultad fortalece el espíritu y renueva el alma.
Hoy, decide confiar más en Dios que en ti mismo. No pongas tu seguridad en lo que tienes, sino en Aquel que te sostiene. Agradece, confía y florece como un olivo verde en la casa del Señor. Buen día. Que tu confianza en Dios sea tu raíz y tu fuerza.
