Proverbios 28:19
“El que se esfuerza en su trabajo tendrá comida en abundancia, pero el que persigue fantasías terminará en la pobreza.”
VERSÍCULOS
“El que se esfuerza en su trabajo tendrá comida en abundancia, pero el que persigue fantasías terminará en la pobreza.” — Proverbios 28:19 (NTV)
1. El valor del esfuerzo constante
Este versículo nos recuerda que el trabajo diligente es una bendición. Cuando damos lo mejor de nosotros cada día, honramos a Dios con nuestra responsabilidad y disciplina. No se trata solo de obtener recursos, sino de vivir con propósito, cultivando frutos que alimentan nuestra vida y la de quienes nos rodean.
2. Dios honra la fidelidad diaria
En una época donde muchos buscan resultados rápidos o atajos, el Señor nos llama a ser fieles en lo cotidiano. La abundancia no siempre es riqueza material, sino paz, estabilidad y contentamiento que nacen del esfuerzo bendecido por Dios.
3. Evitar las ilusiones vacías
Perseguir fantasías —ya sea planes sin base, promesas vacías o deseos que no se respaldan con acción— nos aleja del camino sabio. La Biblia nos enseña a tener fe, sí, pero también a caminar con los pies en la tierra y el corazón en el cielo, construyendo con sabiduría y no con ilusiones.
4. Discernir entre sueños y fantasías
No todo sueño es una fantasía. Dios pone anhelos en nuestro corazón, pero nos pide que trabajemos por ellos con fe y perseverancia. La diferencia está en si esos sueños están alineados con Su voluntad y si estamos dispuestos a esforzarnos por alcanzarlos.
5. El trabajo como parte del diseño divino
Desde el principio, Dios nos hizo para crear, cuidar y trabajar. El trabajo no es un castigo, sino una forma de participar en el propósito divino. Cuando lo hacemos con integridad, Dios se glorifica, y nuestra alma se fortalece.
Este versículo de Proverbios nos anima a vivir con responsabilidad y a alejarnos de los caminos fáciles que solo prometen, pero no cumplen. En cada jornada, Dios nos invita a confiar en que, si sembramos con fe y trabajamos con amor, Él proveerá lo necesario. Que tu esfuerzo diario sea una semilla que produzca fruto abundante, y que tu corazón permanezca firme, sabiendo que Dios bendice al que camina con sabiduría y verdad.