Juan 6:38
«Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad.»
Dios nos guía en medio de la incertidumbre
Jesús mismo vino con una misión clara: cumplir la voluntad del Padre. En momentos donde no sabemos qué camino tomar, recordemos que nuestro Salvador caminó con propósito y obediencia, y hoy nos guía con ese mismo amor.
Su Palabra es nuestro mapa en la niebla
Cuando no entendemos lo que ocurre a nuestro alrededor, Su Palabra ilumina nuestros pasos. No todo se revela de golpe, pero al obedecer lo que ya sabemos, se abre el siguiente tramo del camino.
Dios fortalece al que espera en Él
La incertidumbre puede desgastar el alma, pero Dios no nos deja solos. Él renueva nuestras fuerzas cuando esperamos en Su tiempo, no en el nuestro. Su fidelidad sostiene lo que nuestra vista no alcanza.
En la encrucijada, Él da señales claras
A veces buscamos respuestas rápidas, pero Dios da dirección con sabiduría. Él abre y cierra puertas, habla a través de personas, circunstancias y paz interior. Si estás atento, verás sus señales.
Confiar es parte del camino de fe
Jesús no buscó su propia voluntad, sino la del Padre. Así también, nuestra seguridad no está en tener todas las respuestas, sino en seguir al que nunca falla. Confiar es avanzar aunque aún no veamos todo claro.
Hoy, si estás enfrentando decisiones difíciles o tiempos inciertos, recuerda: el mismo Jesús que vino a cumplir la voluntad del Padre también quiere guiar tu vida. Escucha Su voz, sigue Su Palabra, y confía en que Él te mostrará el camino. ¡Buen día! Que Su dirección y paz te acompañen.
